Puede parecer obvio, pero la mayoría de la flora -especialmente las plantas de cannabis- adora la luz. En la naturaleza, las plantas deben competir entre sí por la luz solar, el espacio y los recursos limitados, pero las enormes ventajas de los entornos de cultivo controlados en interior permiten a los cultivadores controlar tanto la duración como la intensidad de los sistemas de iluminación LED, entre otros muchos puntos de ajuste vitales. Y lo que es más importante, los LED pueden superar los límites de la PPFD para alcanzar el máximo potencial de los cultivos de interior.
Estudios pasados y recientes han demostrado lo mucho que les gusta a las plantas la luz de calidad. Según las investigaciones, un aumento del 1% en la radiación fotosintéticamente activa (RFA) corresponde a un aumento del 1% en el producto cosechable hasta niveles de luz de más de 1.500
μmol/m2/s. En otras palabras, con los controles ambientales adecuados y procedimientos optimizados, un cultivador puede aumentar generalmente el rendimiento de los cultivos en un 15% en el mismo espacio de cultivo simplemente aumentando los niveles de luz. Esta información es valiosa para el futuro de la agricultura porque los LED prometen un crecimiento sustancial sin aumentos significativos de otros gastos de explotación.
Un factor clave que hay que comprender y tener en cuenta a la hora de cultivar es la integral de luz diaria (ILD), que es la cantidad total de luz que reciben las plantas durante el fotoperiodo, medida en moles por fotón y día. A medida que aumenta la PPFD, la DLI sirve como métrica acumulativa de la cantidad total de luz que reciben las plantas al día. La DLI cambia a lo largo del ciclo de producción, variando de 20
mol/m2/día en vegetación temprana a 45
mol/m2/día o más durante la floración.
La capacidad de variar y controlar los niveles y la duración de la luz con LED ha revolucionado por completo el cultivo de interior, ya que reproduce y optimiza las preferencias ambientales de los cultivos. Por ejemplo, en la naturaleza, las plantas jóvenes y la vegetación en ciernes a menudo no pueden tolerar todo el impacto y la duración de la luz solar directa, que puede provocar fotoblanqueo y otros daños. Por esta razón, las plantas silvestres jóvenes tienen más éxito cuando están semiprotegidas de la luz solar directa por otras plantas y estructuras de su entorno. A medida que crecen, llevan a cabo un proceso natural de fotoaclimatación (ganan tolerancia a niveles de luz cada vez mayores).
Los ingenieros de Fluence han desarrollado un proceso patentado de fotoaclimatación que utiliza sistemas y soluciones LED avanzados para reproducir y optimizar esta ramificación natural y necesaria de la luz a lo largo del ciclo de crecimiento. De este modo, los investigadores de Fluence han descubierto y diseñado una forma de alcanzar la PPFD más alta de la forma más rápida y segura posible, permitiendo a los cultivadores maximizar tanto el rendimiento como la calidad de los cultivos. Cuando se hace de forma segura, más luz equivale a más ingresos.
Lo mejor de todo es que los cultivadores pueden aumentar los niveles de luz y el rendimiento sin cambios sustanciales en sus instalaciones existentes, y los LED pueden adaptarse a la PPF existente para ahorrar energía o adaptarse a la entrada eléctrica existente para aumentar la PPF.
Para obtener más información sobre la PPFD, la DLI y el cultivo de interior, puede consultar nuestra completa
Guía de retroadaptación para interiores aquí. Y si desea ampliar sus instalaciones con LED avanzados, póngase en contacto con nosotros para que un experto de Fluence pueda ayudarle durante todo el proceso.