La misión de Fog City es producir los productos de cannabis más consistentes y de mayor calidad posibles. Ante la escasez de metros cuadrados, el equipo pensó en algo más allá de las dos dimensiones y empezó a diseñar una granja vertical que duplicara el espacio de cultivo en la misma habitación maximizando el espacio cúbico, algo imposible de conseguir con la iluminación tradicional.
Como pioneros en la adopción de técnicas de cultivo vertical, Fog City también identificó los nuevos retos medioambientales que conllevaba la aplicación: en concreto, la carga térmica y la transpiración de las plantas. Esto llevó rápidamente al desarrollo de lo que ahora es el estándar de la industria para la gestión del flujo de aire en el espacio vertical: Vertical Air Solutions. El sistema de ventilación fue diseñado y puesto en marcha por James Cunningham y el equipo de Fog City para ayudar a otros agricultores verticales a mitigar los microclimas en explotaciones de varios niveles y garantizar el éxito del cultivo.